jueves, 11 de febrero de 2016

"Maze Runner: La cura mortal" de James Dashner.

"Sexto libro del año:terminando      una trilogía juvenil"

   Literatura juvenil, gran excusa para sacarse un par de años de encima aunque sea leyendo. Maze Runner es una saga que abandoné hace mucho tiempo en el segundo libro, dado que es una trilogía, una conclusión apresurada sería pensar que no me atrapó demasiado como para conocer el final de inmediato. Conclusión acertada.

   Es justo empezar aclarando que las distopías postapocalípticas y la ciencia ficción no son de mi preferencia, este dato ya condicionó la lectura. Un punto menos para Dashner.  Sin embargo me dispuse a terminar la trilogía, eliminar lo pendiente.

   El narrador, es del tipo omnisciente como me gusta a mí, pero en este caso no me gustó nada. Demasiado repetitivo e informativo, hizo que el recorrido por las páginas fuese tedioso. Otro punto menos para Dashner.

   No voy a hacer una crítica arrogante de estos libros, porque si continué leyendo la saga es que hay varias cosas que me gustaron. No por nada se convirtió en best seller.




   Para empezar la idea es por lo menos original. El encierro y la incertidumbre son temas que plantea muy bien el autor y los maneja en un nivel parejo durante toda la historia. Hay, a mi entender, una premisa que se mantiene y resulta la idea principal de la obra que me interesa mucho. La ética científica. De esta premisa se desprenden muchos interrogantes, distintas posiciones que uno puede adoptar.

   “La cura mortal” termina de darle forma al hostigamiento que sufren los protagonistas por parte de una corporación científica llamada C.R.U.E.L, quienes los someten a interminables pruebas con un fin con el que intentan justificar sus medios. Podemos encontrar ciertas similitudes con nuestra sociedad, salvando las distancias por supuesto. Es básicamente lo que más me gustó y me llevó a terminar la saga.

   Algo interesante para mí fueron los nombres de los personajes. Hacen alusión a grandes personalidades de la humanidad. Thomas es por Thomas Edison, Alby por Albert Einstein, Newt por Isaac Newton, Chuck por Charles Darwin, Gally por Galileo Galilei, Teresa por Madre Teresa de Calcuta, por nombrar algunos. También existe otro personaje Minho, por quien el autor agregó invitando a los lectores a convenir que “puesto a que la historia se narra en un futuro, quizás podría surgir un genio con ese nombre”, me resultó simpática esta declaración del autor y también un acierto por el sutil detalle marketinero de llamar la atención de los lectores.

   Me resultó un poco predecible el desenlace de la historia, de igual manera creo que está bien resuelto dentro de lo esperable en este tipo de historias. Como muchos encuentro similitudes con la otra saga best seller “Los juegos del hambre”. Ambas plantean temáticas sociales y políticas más que interesantes para pensar.

   La literatura juvenil está en pleno crecimiento, las redes sociales hace que todo vaya a una velocidad increíble y las editoriales saben muy bien cómo moverse dentro de las reglas de juego establecidas. Los “booktubers” son un excelente canal de difusión y transmiten el maravilloso hábito de la lectura con un lenguaje propio y joven.

   En 2014 Dashner visitó la “Feria Internacional del Libro de Buenos Aires” a la que tuve la oportunidad de ir. Intenté hacer que me firmara mis copias de la saga pero la tarea era casi imposible al toparme con la interminable cola para las firmas. No quería pasarme toda la tarde parada, no tenía el fanatismo que se requiere para ello.Además de las firmas dio una conferencia, por supuesto también había una cola interminable para ingresar. Cuando el escritor estrella hizo su entrada al predio unas cincuenta personas corrieron a los gritos hacia el lugar vallado.
 
   Una de las personas que me acompañaban me dijo: “¿Tanto van a correr y a gritar por ese tipo?”, a lo que yo respondí: “Prefiero que lo hagan por un escritor y no por Justin Bieber”.

jueves, 4 de febrero de 2016

"Heridas abiertas" de Gillian Flynn

   "Quinto libro del año"


   Thriller, policial y suspenso. Todas las características que no busco al leer un libro. Gillian Flynn pasó a ser una pseudo excepción luego de ver “Gone Girl” (traducida como “Perdida”) hace un tiempo. La película cuenta con el guión de la autora y junto a la dirección de David Fincher el combo es infalible. Por estos días tuve la oportunidad de leer algo de ella y no lo dudé a pesar de mis fuertes resistencias al género.

   “Heridas abiertas” es la primera novela de esta autora, consagrada para algunos y avisado de antemano en la contratapa de esta edición, como “la nueva maestra del thriller psicológico”. Definitivamente si hay algo que destacar de esta obra es la carga psicológica con la que cuenta que por momentos hizo que me sintiera incómoda con lo que estaba leyendo.

   La historia está contada en primera persona, uno va descubriendo todo a través de Camille Preaker una periodista  enviada a su ciudad natal para cubrir una serie de asesinatos para el diario donde trabaja. Esto enfrenta a Camille directamente con su pasado cosas que logró dejar atrás refugiándose en una gran ciudad, recuerdos de su hermana muerta. Volver significaba pasar unos días en la mansión donde creció y donde todavía sigue viviendo su madre, una mujer muy fría, manipuladora, doble cara, una para sí y los suyos, otra para el resto del pueblo.

   Los personajes me resultaron excelentes, a mi entender no caen de lleno en los estereotipos más comunes de pueblerinos yankees, tienen la cuota justa de previsibilidad en los prejuicios y luego viran hacia otra dirección muy diferente. Los sentimientos y diálogos de los personajes son de lo mejor. No diría que sea una tarea inmediata el poder identificarte con ellos, pero sí a muchos los empecé a sentir cercanos a medida que la historia avanzaba. Son muy cinematográficos, me gustaría que se hiciese la película.

   Cuenta con un relato muy atrapante (propio de la exigencia del género), por la profesión de la protagonista hay mucha tela para cortar en este sentido, el re-descubrir de lo que alguna vez conoció pero ahora desde una perspectiva profesional que no puede desligar de lo emocional. Ejercicio que intenta incorporar la protagonista, a veces con éxito y otras no.

   La idea es muy buena tiene varias vueltas de rosca, que si bien te dan a pensar que hay aspectos y patrones ya vistos, se notan ingredientes muy propios que la hacen despegar de todo lo parecido dentro del género ya sea en formato libro o cine.

   Tengo que admitir que sentí miedo leyendo este libro, si, que se le va a hacer. No soy una persona asustadiza, muchos pueden dar fe de eso, lo que sucedió es que el ritmo de tensión que maneja Flynn es excelente, te va como apretando, por momentos me descubría abriendo más de la cuenta los ojos hasta hice ademanes de cerrar el libro y salir al patio donde podía refugiarme a la luz del día. Patético lo sé.

   Definitivamente mis reacciones y el disfrute con este libro hicieron que deje de ser tan pedante e insolente y empiece a respetar un poco más al género.


   No se extrañen si en muy poco tiempo me ven nuevamente reseñando un thriller…